Pese a lo que muchos puedan pensar, los vínculos de la cultura con el nazismo, el fascismo y el franquismo, comienzan a principios de los años veinte tras alcanzar el poder Benito Mussolini
en 1922, donde poetas como Gabrielle D’Annuzio1 o Tomasso Marineti, el novelista Mario Carli, el escultor Vechi o el futurista Giuseppe Botai, se ven seducidos por la Revolución Fascista.